Orlando Martínez “36” creció en la vereda los Alpes en el municipio de San Martin de los llanos, Meta, Nació el 2 de enero a las 3 pm en el rancho El delirio, cuando era un niño vivía con sus padres Ramon Martínez y María de Martínez donde se crio como vaquero y campesino, cuando empezó a ir a ordeñar en las madrugadas o a cantarle al ganado en las noches de vela a la edad de 7 años, escuchaba las historias de los trabajadores sobre los espantos del nocturnos del llano, viviendo en una región llena de siniestros nocturnos sintió mucha curiosidad sobre esos acontecimientos y preguntaba todos los detalles sobre esos espectros y demonios.
Cuando tenía la edad de 10 años fue por primera vez al pueblo de San Martin donde conoció la iglesia y al padre que evangelizaba en la catedral de San Martin de Tours, con el cual tuvo una conversación muy profunda sobre Dios y los espantos de la zona, con la cual le fue naciendo en su cabeza un profundo interés en todo lo que tenga que ver con el tema espiritual. Empezó a leer la biblia y algunos libros que le recomendó el sacerdote sobre rezos y hábitos que pueden servir para alejar y combatir a los espantos.
Cuando cumplió la edad de 13 años en una noche de vela con el ganado, mientras hablaba con sus compañeros de vela, uno de ellos se desmayó y empezó a convulsionar y a hablar de forma grave y gutural, nombrando e invocando conjuros que trajeran a la tierra demonios del infierno, nadie sabía que hacer al respecto con él, pero Orlando sintió la iluminación de y el don de Dios y con la camándula que tenía en el cuello, se la quito y le puso la cruz en la frente a su compañero mientras recitaba una oración que alentaba a alejar a los demonios de la carne y abandonar el cuerpo de las almas inocentes, después de unos minutos, el vaquero dejo de convulsionar y gritar y quedo dormido, en cuestión de minutos despertó y no sabía lo que había pasado, pero Orlando había logrado exorcizar a su compañero.
A los 16 años su familia se mudó al pueblo de San Martin, donde empezó a estudiar junto a el sacerdote del pueblo sobre el espiritismo y los tipos de espantos y demonios que se pueden encontrar la zona y como combatirlos, con el pasar de los años en el pueblo de San Martin la gente empezó a acudir a Orlando cuando sentía que les estaban haciendo brujería, o cuando sentían que existía algún maleficio en sus tierras o en sus objetos o hasta en familiares.
A la edad de 20 años emprendió un viaje a Venezuela donde conoció astrólogos que le enseñaron a leer el tarot y a expandir los dones espirituales que tenía, lograba tener premoniciones y sensaciones que aprendió a detectar circunstancias gracias a ese viaje, al regresar al pueblo de San Martin con la edad de 26 años, se consolido y abrió un consultorio astral y espiritual donde los pobladores y los visitantes van a consultarle aspectos de la vida y ayudar a solucionar problemas espirituales sobre la vida y también sobre creaturas demoniacas que no han querido trascender su espíritu a la otra dimensión.
Después de ese viaje entro al celibato y a la edad de 31 años regreso a San Martin convertido en un sacerdote dispuesto a combatir cualquier adversidad mística y espiritual, Durante los años, logro liberar muchos demonios en haciendas, en animales, en lugares profanados, y con ayuda de los sacerdotes a algunas personas que terminaban siendo poseídas, logrando ahuyentar espantos como la bola de fuego y la madre monte y el Mohan, hasta que un día de enero después de cumplir sus 36 años desapareció el hijo del profesor del pueblo una noche que jugo hasta tarde y no volvió, Orlando había empezado a escuchar unos sonidos como tonadas silbidos muy terroríficas y a sentir de que algo muy importante estaba por suceder